PEDRO AFIRMA SU AMOR POR JESÚS

Jesús Resucitado a su paso por el Templo Parroquial
de San Pedro Apóstol.
Almería.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.

PEDRO, AFIRMA SU AMOR POR JESUS
Esta escena tiene lugar poco antes de subir Jesús al Padre, es muy conmovedora, Pedro pasa por un examen de amor, Jesús lo pone a prueba, y Pedro la pasa. Pedro experimenta una situación especial, Recordemos que Pedro había negado tres veces a Jesús, y lo hizo en público, sin embargo ahora Jesús mira con gran bondad a su discípulo.
Después de la aparición a la orilla del lago, Jesús resucitado dijo a Simón Pedro le dice Jesús a Simón Pedro: “Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?”Le dice él: Sí, Señor, tú sabes que te quiero.” Le dice Jesús: “ Apacienta mis corderos.” Vuelve a decirle por segunda vez: “Simón de Juan, ¿me amas? » Le dice él: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero.” Le dice Jesús: “ Apacienta mis ovejas.”Le dice por tercera vez: “Simón de Juan, ¿me quieres?” Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: “¿Me quieres?” y le dijo: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.”Le dice Jesús: “Apacienta mis ovejas.” (Jn 21, 15-17)
Como vemos en este fragmento del Evangelio, antes de confiar a Pedro la misión pastoral de la Iglesia, Jesús le pregunta una triple confesión de amor. Pero para Pedro, es como una forma de rehabilitación, ante su triple negación durante la pasión del Señor.
Jesús, emplea dos formas amar y querer. El pregunta por dos veces ¿me amas? amor de caridad y misericordioso, que refleja en cierto modo el amor de Dios. Pedro responde humildemente Sí, Señor, sabes que te quiero, que es el verbo del afecto, de la amistad sincera. La tercera vez, sin embargo, Jesús pregunta Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?, así se pone a la altura de Pedro, condescendiendo amorosamente al nivel de Pedro. Entonces es cuando Pedro se entristece, al comprobar el amor inmenso del Maestro que no duda en ponerse a su misma altura.
Hermosa forma de establecer confianza, de comunión y de auténtico amor hacia Jesús. Luego le pasa a Pedro su misma misión: Apacienta mis ovejas.
El amor del apóstol se manifestará en su docilidad a los caminos de Dios en el servicio eclesial. El apóstol verdadero está siempre dispuesto a servir en cualquier circunstancia con obediencia y prontitud y sin olvidar que no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos (Jn 15,13), como Jesús.
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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