TESTAMENTO A LA MADRE DOLOROSA

D. Joaquin Capel junto a Nuestra Señora de los Dolores.
Fotografía realizada el pasado 15 de septiembre de 2009.

POEMA A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS DOLORES DE LA HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO.

La Virgen de los Dolores

ha bajado en "besamanos"

con su corona de oro

y su manto... bordado

Con su pañuelo de encajes

para secarse su llanto

que corre por sus mejillas

como rio... incontrolado

La Virgen de los Dolores

su camarín lo ha dejado

entre rezos y plegarias

con un temblor en sus labios

Le han colocado un rostrillo

de encajes bellos y dorados

y gargantilla d eperlas

en su cuello inmaculado.

Lleva pecherín de alhajas

donde se han ido turnando

los broches de filigranas

con diamantes y topacios

Las sayas de rico bordado

ceñida a sus costados

y enaguas de seda fina

con pasadores de lazos

Un ceñidor de suspiros

en su cintura de nardo

y sortijas en sus dedos

cuando le rocen las manos

El manto le va cayendo

enteramente bordado

se derrama por el suelo

dando portento a su garbo

Y en sus manos temblorosas

la brisa pasó jugando

con los besos d elas gentes

que se fueron... acercando

Madre quédate con nosotros

quédate a nuestro lado

le dicen sus camareras

a su lado... suspirando

Y la Madre Dolorosa

no ha movido ya sus párpados

pero un suspiro de brisas se le

escapó de sus labios

En los muros de San Pedro

cruzó el aire murmurando

esta Madre Dolorosa

ha bajado en "besamanos"

mientras Almería lloraba

muy pegadita... a su lado

Era una tarde gloriosa

un momento... deseado

La Madre de los Dolores

con su corona y su manto

derramó mil bendiciones

a las gentes de su barrio

Ay iglesia de San Pedro

que guardas cual relicario

a una Madre Dolorosa

que ha bajado en "besamanos"

para que sus hijos toquen

la suavidad de sus manos.

Joaquín Capel, poeta, pregonero y saetero de la Semana Santa almeriense

Descanse en Paz

BOLETÍN 2010

Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro
y Nuestra Señora de los Dolores.
Parroquia de San Pedro Apóstol.
Almería.
Portada Boletín 2010.
Fotografía: D. Felipe Ortiz.

Una hermosa imagen, capturada por el objetivo de D. Felipe Ortiz, en el que aparece el paso del Santo Sepulcro con el Templo Parroquial de San Pedro Apóstol como telón de fondo durante la salida porcesional del Viernes Santo del año 2009; es la portada del Boletín de la Hermandad para este año 2010.
Agradecemos desde este blog la colaboraciones de particulares y comercios que, con sus donativos, han hecho posible que vea la luz.

NUEVOS COFRADES Y ENTREGA DE PREMIOS ANUALES

De Izquierda a derecha, nuestro Consiliario, D. Esteban Belmonte,
junto a D. Antonio Salinas, el Hno. Mayor, nuevos cofrades y la Camarera Mayor.
Dña. María del Carmen García, recibiendo el Premio Manolita Osorio
de manos de Dña. María Gámez.
D. Alvaro Abril, recibiendo el Premio Rafael Saldaña
de manos de D. Francisco Viciana.
D. Rafael leopoldo Aguilera, recibiendo el Premio Florentino Castañeda
de manos de D. Miguel Cazorla.
El pasado jueves, día 25 de marzo de 2010 se celebró, al término de la Misa de Triduo a nuestros Titulares, la imposición de medallas a el Pregonero 2010 de la Hermandad y a los nuevos cofrades.
Tras el acto, se celebró la cena de Hermandad, en los salones del Gran Hotel Almería, cuyo colofón fue la entrega de los premios anuales que la Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores, otorga en reconocimiento a personalidades que, por su labor desinteresada y constante, engrandecen y dan sentido a las Cofradías y a la Semana Santa almeriense.
El premio Manolita Osorio ( A la labor de engrandecimiento y dignificación de la mujer cofrade), recayó en Dña. María del Carmen García Fernández, (Hna. Mayor de la Hermandad de la Virgen del Carmen, Reina de las Huertas), y fue entregado por nuestra Camarera Mayor Dña. María Gámez Pacheco.
Este premio, más que merecido, corresponde al esfuerzo que, tanto a nivel de cofradía como parroquial realiza Dña. María Del Carmen. Su esfuerzo nos hace enrojecer a muchos, y eleva la categoría de los hermanos mayores y de las Hermandades de Gloria.
El premio Rafael Saldaña (Al esfuerzo cofrade) recayó en D. Álvaro Abril Vela, (Vestidor de la Virgen de los Dolores), y D. Jesús López Morente (Fotógrafo), y fue entregado por D. Francisco Viciana, Mayordomo General de la Hermandad.
Fue gracias a D. Francisco Viciana, quien lo propuso como vestidor, como conocimos a este jovencísimo maestro; él ha transformado la estética de la Virgen de los Dolores, devolviéndole su empaque. Su labor desinteresada hacia la Madre Dolorosa le hace merecedor de este galardón.
D. Jesús López Morente es un fotógrafo granadino de quien hemos ido publicando imágenes en este blog, algunos de los enseres que ha ido portando la Virgen durante este año, han sido cesiones temporales que han suplido las muchas carencias del ajuar de la Imagen, gracias a el, en equipo con D. Álvaro Abril y tambien de manera desinteresada, hemos ido poco a poco aumentando el patrimonio de enseres siguiendo la pauta de un gran conocimiento histórico y estético.
El Premio Florentino Castañeda (A la difusión cultural y apoyo a la Semana Santa almeriense) recayó en D. Rafael Leopoldo Aguilera Martínez (Secretario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería) y fue entregado por D. Miguel Cazorla, premiado en el 2009 con el mismo galardón.
D. Rafael Leopoldo Aguilera, actual Secretario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería, y entre los años 2001 y 2002, Presidente de la misma.
Su curriculum vitae en el mundo de las cofradías es demasiado extenso para precisar justificar este galardón.
Fue Hermano Mayor de la Real, Ilustre y Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Redención en su Sagrado Descendimiento y Madre María Santísima del Consuelo, Pregonero, Exaltador Mariano, autor de múltiples artículos periodísticos y ensayos sobre la Semana Santa almeriense.
Pocas personas conocen tan a fondo cada una de las circunstancias históricas, costumbres y patrimonio de las hermandades de nuestra ciudad y provincia; pocas personas acuden, como el, siempre que los solicitas.
Por sus múltiples artículos y estudios, por su labor como locutor y tertuliano de la Semana Santa almeriense, por su labor permanente en la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería y por su generosidad es merecedor de este galardón.

VIERNES DE DOLORES

Detalle de la Virgen de los Dolores.
Fotografía: D. Guillermo Méndez

VIERNES DE DOLORES.
Siendo verdad lo que afirma San Ireneo, que María: "Fue causa de salud para sí misma y para todos los hombres", con justicia la tradición cristiana ha situado en la capilla del Calvario de Jerusalén el lugar donde estaba situada la San­tísima Virgen cuando Jesús la encomendó al discípulo amado y la declaró Madre de todos los hombres. Ya en 1283, Burchardo de Monte Sión decía que el lugar se marcaba por una piedra emplazada de cara al propio rostro de Cristo crucificado, cuya piedra era venerada por los fieles. Y en 1294, Ricardo de Monte Crucis habla de un altar erigido en el sitio donde lloraba la Virgen. En el siglo XVI el rey de Portugal Manuel I ofreció a la Custodia de Tierra Santa una imagen de Nuestra Señora, profusamente alhajada y hoy se venera bajo una urna de cristal. Debajo del altar y dentro de una vitrina se venera la roca firme del Calvario. El emplazamiento está a la derecha del agujero donde estuvo la cruz, junto al sitio en que estuvo crucificado el mal ladrón, y a unos seis metros de donde debió alzarse el madero de Jesús.
Padre Jesús Martí Ballester
Información obtenida en: http://www.mariologia.org.

VENERACIÓN AL CRISTO YACENTE

Cristo Yacente.
Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro
y Nuestra Señora de los Dolores.
Parroquia de San Pedro Apóstol.
Almería.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.

SIETE DOLORES

Esperas el cadáver de tu hijo
amortajado ya con sangre y agua,
envuelto en el temblor del mundo antiguo,
celado por el velo de la Alianza.
Tú aguardas aterida,
mientras cruzan tu mente las espadas
contemplando
su cabeza inclinada,
sus manos extendidas a la muerte
y su carne seráfica
macilenta,
y la orfandad del labio sin parábolas.
En tu glaciar exhaustas golondrinas
quieren abrir sus alas
y elevarse.
Mujer-Madre te ha hecho, tus entrañas
parirán con dolor al hombre nuevo
que nacerá mañana,
y tienes que vivir sobre la tierra
hasta que la semilla esté granada.
Desenclavan a tu hijo.
Presurosa te lanzas y le abrazas.
Su rigidez helada te conmueve,
te haces llama,
se subleva el volcán de tu dulzura
y el fuego por tus besos se derrama.
Apoyada tu frente en sus cabellos
gimes la última nana.
Un suspiro de incienso, un aleluya,
un inconsciente hosanna
se escapa por jirones del relámpago
que te abrasa.
José de Arimatea, con permiso
que Pilatos le dio sin pedir nada,
va a enterrar a tu hijo en su sepulcro,
compró una nueva sábana,
y Nicodemo trae una mixtura
de mirra y áloe, para la mortaja.
Con el cortejo fúnebre te llevan a la tumba,
una cueva cercana.
Su cuerpo yerto, exánime,
han vendado con fajas impregnadas
en la olorosa mezcla.
Respetuosos lo envuelven en la sábana.
Por la abertura baja y estrechísima
pasas de la antecámara
al lugar de su solitario lecho,
donde un banco de piedra frío y gris le esperaba.
Le tienden sobre él, su bello rostro
cubren con una tela fina y blanca,
el sudario.
Te vence el desconsuelo y te abalanzas
sintiéndote morir.
Te pesa el alma,
se aferra a la reliquia del amado,
en Él está tu casa.
(Valdés)

PREMIOS 2010

Virgen de los Dolores.
Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores.
Parroquia de San pedro Apóstol.
Almería.
Fotografía: D. Jesús López Morente.

La Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores, en Junta de Gobierno celebrada el día diecisiete de diciembre de dos mil nueve, acordó otorgar sus premios anuales para este dos mil diez a las siguientes personalidades:

PREMIO RAFAEL SALDAÑA (Al esfuerzo cofrade):

D. Álvaro Abril Vela, (Vestidor de la Virgen de los Dolores).

D. Jesús López Morente (Fotógrafo).

PREMIO MANOLITA OSORIO ( A la labor de engrandecimiento y dignificación de la mujer cofrade):

Dña. María del Carmen García Fernández, (Hna. Mayor de la Hermandad de la Virgen del Carmen, Reina de las Huertas).

PREMIO FLORENTINO CASTAÑEDA (A la difusión cultural y apoyo a la Semana Santa almeriense)

D. Rafael Leopoldo Aguilera Martínez (Secretario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería)

TRIDUO

Real y Muy Ilustre Hermandad del
Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores.
Parroquia de San Pedro Apóstol.
Almería.
Fotografía: D. Jesús López Morente.
Bajo esta bellísima fotografía realizada por D. Jesús López Morente, en la que se aprecia el Altar de Cultos para el Triduo a nuestros Titulares; demostrándose de nuevo el saber hacer como vestidor de D. Álvaro Abril Vela, hacemos un recordatorio de los mismos:
TRIDUO A NUESTROS TITULARES
Los días 24, 25 y 26 de marzo, a las 19,30 h serán los dedicados al Triduo en honor de nuestros Titulares, y se distribuye de la siguiente manera:
Miércoles, día 24 de marzo: primer día de Triduo, cuya Misa será ofrecida a los hermanos difuntos de nuestra Hermandad.
Jueves, día 25 de marzo: segundo día de Triduo, con imposición de medallas y posterior cena de Hermandad.
Viernes, día 26 de marzo: Viernes de Dolores, tercer día de Triduo.
ACTO DE VENERACIÓN AL SANTÍSIMO CRISTO YACENTE
El viernes, día 26 de marzo de 17,00 h a 19,00 h. Solemne Acto de Veneración al Stmo. Cristo Yacente.

FESTIVIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

Anunciación de la Virgen María.
Óleo sobre lienzo.
Francisco de Goya y Lucientes.

FESTIVIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, día 25 de marzo.
Con motivo de esta festividad, titular de la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de Almería, el próximo jueves, 25 de marzo, el Sr. Obispo presidirá el canto de Laudes y la celebración de y la celebración de la Eucaristía a las 9:00h.
La fiesta de la Anunciación de la Virgen María, también conocida como la Encarnación del Señor, se celebra nueve meses antes de la Natividad de Cristo. Es la celebración del anuncio del nacimiento de Cristo hecho a la Virgen María, como se narra en el Evangelio de San Lucas.

ÉL ES LA ROSA DE SARÓN (2)

Flor de azafrán.
Flor llamada Rosa del valle de Sarón.
ÉL ES LA ROSA DE SARÓN.

Él es la Rosa de Sarón,
sobre los montes Él llega,
y con dulzura me habló
el que llama a mi corazón:

Ven, amiga mía.
Ven, que el invierno pasó
y la lluvia se fue
y el tiempo de cantar ha llegado por fin.
Ven, que en nuestro país,
la voz de la tórtola se deja oír.

Ven, paloma mía.
Ven, quiero estar junto a ti
porque es dulce tu voz,
y tu amable semblante déjame ver por fin.
Ven, que ya es primavera,
la viña ha florecido y la higuera brotó.
Esta hermosa canción, basada en el Cantar de los Cantares, hace mención a la flor que nace en el valle de Sarón.
De igual manera que a la Santísima Virgen María se la designa como Rosa Mística, la Rosa de Sarón hace referencia a Dios.
Dos versiones han llegado sobre esta flor a nuestros días, una de ellas hace referencia a una especie de hibiscus que crece en el valle de Sarón; la segunda, mas fiable, se refiere a la flor del azafrán, planta que se cultiva desde tiempo inmemorial en dicho valle, mucho mas preciada que la primera por ser fuente de riqueza y definidora de la fisonomía del mismo.

FESTIVIDAD DE SAN JOSÉ

San José.
Óleo sobre lienzo.
Domenico Theotocopoulos, el Greco.
Dña. Josefina Plaza.
Durante muchos años fue Camarera Mayor de nuestra Hermandad,
junto a la Virgen de los Dolores.
FESTIVIDAD DE SAN JOSÉ,19 de marzo.
Modelo de padre y esposo, patrón de la Iglesia universal, de los trabajadores, de infinidad de comunidades religiosas y de la buena muerte.
San José es llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue "santo" desde antes de los desposorios. Un "escogido" de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.
Las principales fuentes de información sobre la vida de San José son los primeros capítulos del evangelio de Mateo y de Lucas. Son al mismo tiempo las únicas fuentes seguras por ser parte de la Revelación.
San Mateo (1:16) llama a San José el hijo de Jacob; según San Lucas (3:23), su padre era Heli. Probablemente nació en Belén, la ciudad de David del que era descendiente. Pero al comienzo de la historia de los Evangelios (poco antes de la Anunciación), San José vivía en Nazaret.
Según San Mateo 13:55 y Marcos 6:3, San José era un "tekton". La palabra significa en particular que era carpintero. San Justino lo confirma (Dial. cum Tryph., lxxxviii, en P. G., VI, 688), y la tradición ha aceptado esta interpretación.
Si el matrimonio de San José con La Stma. Virgen ocurrió antes o después de la Encarnación aun es discutido por los exegetas. La mayoría de los comentadores, siguiendo a Santo Tomás, opinan que en la Anunciación, la Virgen María estaba solo prometida a José. Santo Tomás observa que esta interpretación encaja mejor con los datos bíblicos.Los hombres por lo general se casaban muy jóvenes y San José tendría quizás de 18 a 20 años de edad cuando se desposó con María
Fiesta de precepto en el calendario católico y día laborable en la comunidad autónoma andaluza.
Mandamos desde este blog nuestra felicitación a D. José García, anterior Consiliario de nuestra Hermandad, a Doña Josefina Plaza, que fue Camarera Mayor de la Hermandad, a D, José Antonio Sánchez, Presidente de la Agrupacion de Hermandades y Cofradías de Almería, a D. José Rafael López Usero, antiguo Hermano Mayor de nuestra Hermandad, a D. José Luis Cantón, premiado por nuestra Hermandad en el año 2008, y a todos cuantos celebren su onomástica en este día.

TRIDUO

Veneración al Cristo Yacente.
Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro
y Nuestra Señora de los Dolores.
Parroquia de San Pedro Apóstol.
Almería.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.

TRIDUO A NUESTROS TITULARES.
Los días 24, 25 y 26 de marzo, a las 19,30 h serán los dedicados al Triduo en honor de nuestros Titulares, y se distribuye de la siguiente manera:
Miércoles, día 24 de marzo: primer día de Triduo, cuya Misa será ofrecida a los hermanos difuntos de nuestra Hermandad.
Jueves, día 25 de marzo: segundo día de Triduo, con imposición de medallas y posterior cena de Hermandad.
Viernes, día 26 de marzo: Viernes de Dolores, tercer día de Triduo.
ACTO DE VENERACIÓN AL STMO. CRISTO YACENTE.
El viernes, día 26 de marzo de 17,00 h a 19,00 h. Solemne Acto de Veneración al Stmo. Cristo Yacente.

CENA DE HERMANDAD

Cena de Hermandad 2009.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.
Menú de la Cena de Hermandad.

Como hicimos el año anterior, la cena de Hermandad tendrá lugar el jueves anterior al Viernes de Dolores, día 25 de marzo de 2010.

Esta variación de los dos últimos años facilita el cumplir con la abstinencia de los viernes de Cuaresma.

Durante la cena se entregarán los premios que la Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores otorga, cada año, en reconocimiento a la labor de diferentes sectores de nuestra sociedad en pro de la Semana Santa almeriense.

La cena tendrá lugar en el Gran Hotel Almería. Aquellos que quieran asistir, deberán hacer la reserva en la Casa de Hermandad, sita en la Plaza de la Catedral Nº 2, bajo, con horario de 18:30 a 21:00 horas, de lunes a jueves. Teléfono: 950-257542.(Cubierto: 35 Euros).

CARTA DEL HERMANO MAYOR

Mantel de Capilla.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.

Queridos hermanos:

Cuando se cumple el segundo año de mi nombramiento por parte del Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Adolfo González Montes, Obispo de Almería, como Hermano Mayor de la Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores; me dirijo a vosotros intentando hacer un resumen del año transcurrido.

Este mensaje nace del corazón, de múltiples sentimientos vividos durante este periodo.

Antes de escribir esta carta me acerqué a las capillas de nuestros Titulares. El Cristo Yacente sobre el altar, fuera de Su urna, más cercano que nunca.

Según una tradición, Jesús habría muerto en el mismo lugar en que Adán había sido enterrado, de tal forma que su sangre había corrido sobre los huesos de nuestro primer padre Adán. Los restos de esqueleto al pie de la cruz simbolizan aquel encuentro de Jesús con Adán en su bajada a los infiernos.

En el Santo Sepulcro de Jerusalén se ve desde una ventanilla una grieta en la roca evocando esa tradición.

En palabras del sacerdote D. Enrique Cases: “El descenso al sheol o a los infiernos tiene un primer y obvio significado: Jesús comparte la muerte con los que han muerto, cumple "las leyes" de la muerte, de tal forma que se pueda decir con verdad que resucita de entre los muertos”.

Recordé el Viernes de Dolores y la Veneración al Cristo, al pie del Altar mayor, el Templo de San Pedro Apóstol abriéndose hacia su plaza, sin más luz que un foco iluminando el catafalco; también la salida del Viernes Santo, el cuerpo de portadores perfectamente uniformado, algunas lágrimas de espectadores que se contagian, ocultas tras el antifaz, y a los mas jóvenes portando los nuevos roquetes.

Recordé la imagen de Cristo Yacente sobre el catafalco en la Puerta de los Perdones de San Pedro Apóstol al paso de la Soledad.

Tras unos minutos de reflexión me acerqué a la nave izquierda, en busca de la Virgen de los Dolores. Vestida de hebrea, majestuosa, con su lampadario encendido por personas anónimas que se acercan al camarín en busca de consuelo, y el silencio de las naves de San Pedro llamando a la oración.

Al mirarla recordé una maravillosa frase de Teresa de Calcuta: “Dentro de mil años, sí, dentro de millones de años te diré: ¿Sabes donde estás? Estás en mi corazón.Nunca digas adiós, si todavía quieres tratar. Nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando. Nunca le digas a una persona que ya no la amas, si no puedes dejarla ir. El amor llega a aquel que espera, aunque lo hallan decepcionado; a aquel que aun cree, aunque haya sido traicionado: a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado y aquel que tiene coraje y la fe para construir la confianza de nuevo”.

El año 2009, como todos, nos ha traído buenos y malos momentos. Ha sido el año en el que nuestra Señora bajó de Su camarín, como la Reina del Cielo se merece, en su besamanos del día quince de septiembre, y pudimos vivir la emoción de todos los que se acercaron a besarla. También ha sido el año en el que se nos ha ido Joaquín Capel García, dejándonos en herencia dos poemas, el último, su testamento a la Madre Dolorosa, reproducido en este libro.

En este año 2010, mando desde estas líneas mi felicitación a Monseñor Ginés García Beltrán, Obispo de Guadix, premio Rafael Saldaña 2009 al Esfuerzo Cofrade, siendo en esa fecha Párroco de San Sebastián, Consiliario de la
Hermandad de la Virgen del Carmen, Reina de las Huertas, y de la Real e Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora del Primer Dolor.

Recordad todos que en este nuevo año de crisis económica, debemos ser solidarios con los más necesitados; “No podemos hacer grandes cosas, pero si cosas pequeñas con un gran amor” (Madre Teresa de Calcuta).

Agradezco finalmente al Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Adolfo González Montes, Obispo de Almería, las palabras de aliento dirigidas durante la audiencia concedida a la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad; a nuestro Consiliario, D. Esteban Belmonte Pérez, que nos guía todo el año sabedor de nuestras limitaciones y, por último a vosotros, cofrades y amigos que participáis anónimamente en la Vida de Hermandad.

Jorge Jesús Espinosa Peñuela.
Hermano Mayor.

NO BUSQUEIS ENTRE LOS MUERTOS

NO BUSQUEIS ENTRE LOS MUERTOS

No busquéis entre los muertos a la vida.
No lloréis entre las sombras a la luz.
Cantad porque la muerte está vencida.
Cantad que Dios es el Señor Jesús.
No busquéis por las montañas ni los valles.
No busquéis en las estrellas junto al sol:
buscadle por las plazas y las calles
en cada ser que vive está el Señor.
No quedéis mirando al cielo o a las nubes,
esperando un nuevo gran libertador.
Mirad: la luz que sale de las sombras
es la fuerza salvadora del Señor.
No te canses recorriendo tu camino,
si la luz de nuestra Pascua no es tu luz.
No sueñes vanamente tu destino:
no hay vida, si no está el Señor Jesús.


Esta bellísima canción se entona, cada viernes de Cuaresma, en la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, al término del Viacrucis Penitencial, durante el acto de besapié al Cristo Yacente.

MENSAJE DE D. ESTEBAN BELMONTE, CONSILIARIO DE LA HERMANDAD

D. Esteban Belmonte Pérez.
Párroco de San Pedro Apóstol y Consiliario de la Real y Muy Ilustre
Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores.
Almería.
Fragmento de fotografía realizada por D. Felipe Ortiz.

SEMANA SANTA
Queridos hermanos de la Hermandad del Santo Entierro:
Una vez más, el ruego de los buenos amigos, me impulsa a insertar este breve artículo en el boletín de la Hermandad del Santo Entierro y la Virgen de los Dolores, que radica en esta Parroquia de San Pedro Apóstol, sin otra pretensión que hacer luz en este mundo inquieto y lúcido de las Cofradías y Hermandades, en el que tanto bien pueden hacer. Ojalá que todo el mundo cofradiero sienta esta inquietud y se apreste a sembrar la divina semilla de la fe y el amor.
Es la Cuaresma un tiempo precioso que nos prepara para la Semana Santa, con toda razón llamada Semana Mayor. La Pasión, Muerte y Resurrección del Señor es el centro del culto cristiano y manifiesta también ese sublime misterio de amor de un Dios que se autoentrega para abrir al hombre la puerta de su autorrealización.
Por esta razón, nuestros mayores celebraban la Semana Santa con esa profundidad de pensamiento y gravedad en los gestos, reveladores del misterio de amor con que Dios salva al hombre.
En Cristo, muerto y resucitado, tenemos la sublime escuela de autentica humanidad.
Por eso la Cuaresma es, ante todo, un tiempo de preparación para la celebración de la Pascua del Señor. Nos preparamos por la contemplación y el seguimiento del Señor. No podemos quedamos en la simple admiración y el comentario, sino en la vivencia y autenticidad de la fe; tomando en serio lo que Jesús dice y hace. Nos preparamos por la renovación de nuestro bautismo y por la verdadera penitencia. La vida cristiana no puede quedar en un mero perfeccionamiento moral, sino en una profundización de nuestra condición de bautizados.
Además de este enfoque cristocéntrico, la Iglesia quiere que se viva la dimensión social de esta preparación. No podemos permanecer indiferentes ante la situación de nuestro prójimo y nos enseña a compartir nuestro pan de cada día con el prójimo más necesitado, también hijo del mismo Padre celestial. Es el pan que nos une con Dios y con los hermanos, formando con ellos una única y misma familia. Familia que debemos formar todos los que queremos combatir el hambre de pan, de cultura, y de Dios. El hambre — dice el Papa Benedicto XVI — es el signo más cruel y concreto de la pobreza. No es posible continuar aceptando la opulencia y el derroche, cuando el drama del hambre adquiere cada día mayores dimensiones. Todos hemos de poner nuestro empeño por desterrar esta lacra que frena el desarrollo de la humanidad.
Es mi deseo, y espero que se cumpla, el que el Evangelio se haga vida en nuestras vidas. Bienaventurados los que dan de comer al que tiene hambre.
Con mis mejores saludos para todos los hermanos cofrades, de los que espero la generosa voluntariedad que siempre tuvieron en la celebración de la Semana Santa.
Siempre vuestroSacerdote y amigo
Esteban Belmonte Pérez
Párroco de San Pedro Apóstol y Consiliario de la Hdad. del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores.

ÉL ES LA ROSA DE SARÓN (1)

Rosas en la Capilla de la Virgen de los Dolores.
Parroquia de San Pedro Apóstol.
Almería.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.
VIACRUCIS PENITENCIAL.
El cuarto Viacrucis tendrá lugar hoy viernes, día 12 de marzo; siendo el siguiente el día 19 del presente mes, tras la Misa de 19:30 horas en el Templo Parroquial de San Pedro Apóstol de Almería. Este hermoso Viacrucis es el único momento del año en que quienes lo deseen, pueden portar en andas al Cristo Yacente durante alguna de las catorce estaciones. Al finalizar, a los pies del Altar Mayor, podrán besar la Imagen, expuesta durante toda la Cuaresma fuera de la urna en su Capilla.
El mismo día 12,a las 20:45 horas, tendrá lugar una charla Cuaresmal por parte de nuestro Consiliario en la Casa de Hermandad.

REPARTO DE TÚNICAS Y PAPELETAS DE SITIO.

Viernes Santo 2009.
Real e Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores.
Fotografía: D. Felipe Ortiz.
REPARTO DE TÚNICAS PARA PENITENTES Y PAPELETAS DE SITIO PARA MANTILLAS
Como ya se indicara el pasado 2 de marzo en este mismo blog, a partir del día 8 de marzo, de lunes a jueves y en horario de 18,30 a 21,00 h se procederá al mismo en la casa de hermandad, sita en la Plaza de la Catedral nº 2, bajo, Edificio Catedral.Teléfono de la Hermandad: 950-257542.
Animándoos desde este blog a que participéis activamente en los actos cuaresmales y en la vida de hermandad, recibid un saludo afectuoso y lleno de esperanza en la Resurrección.

NO ME MUEVE, MI DIOS, PARA QUERERTE.

Cristo Yacente.
Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores.
Parroquia de San Pedro Apóstol.
Almería.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

INFORMACIÓN GRÁFICA DEL PREGÓN 2010

D. Ramón Navarrete-Galiano, primer pregonero de nuestra Hermandad el pasado
año 2009, fue el encargado de presentar al nuevo pregonero, D. Antonio Salinas.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.
D. Antonio Salinas, Hermano Mayor de la Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Hermandad
de la Santísima Virgen del Mar, Patrona de Almería, dando lectura al pregón.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.
D. Manuel Gutiérrez Navas, Diputado de comunicaciones y medios de la Hermandad
presentando el cartel de Viernes Santo 2010.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.
Al finalizar el acto, nuestro Consiliario, D. Esteban Belmonte rodeado de
presentadores, pregonero y junta directiva de la Hermandad.
Fotografía: D. Guillermo Méndez.
El II Pregón de la Real y Muy Ilustre Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores podría resumirse con dos adjetivos: solemne y emotivo.
D. Ramón Navarrete-Galiano, primer pregonero en la historia de nuestra Hermandad, actuó como presentador del nuevo pregonero, D. Antonio Salinas, Hermano Mayor de la Muy Antigua, Pontifica, Real e Ilustre Hermandad de la Santísima Virgen del mar, Patrona de Almería. La presentación, impecable, estableció nexos entre la Patrona de Almería y la Virgen de los Dolores que quedarán en la memoria de los asistentes.
D. Antonio Salinas hizo aflorar los sentimientos más intimos del cofrade, en un pregón lleno de sabiduría y buen hacer.
D. Manuel Gutiérrez Navas, en la presentación del cartel de este Viernes Santo 2010, dió lectura a la última poesía que D. Joaquín Capel regalase a la Virgen de los Dolores, la emoción afloró al oir ese testamento a Nuestra Señora, preciosa poesía y fantástica lectura.
Agradezco desde estas líneas la información fotográfica enviada por D. Guillermo Méndez, al que debemos el cartel de la Hermandad para el Viernes Santo 2009, tan buen amigo como fotógrafo.

PREGÓN 2010

D. Ramón Navarrete-Galiano, pregonero del I Pregón de nuestra Hermandad
y presentador del nuevo pregonero para el año 2010, D. Antonio Salinas.
En primer término D. Guillermo Méndez, bajo cuyo objetivo se refleja
gran parte de la historia de nuestra Semana Santa.

D. Antonio Salinas, autor del II Pregón de la Hermandad.
Parroquia de San Pedro Apóstol.
Almería.
II PREGÓN DE LA REAL Y MUY ILUSTRE HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO Y NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES.
Muy ilustrísimo Señor Consiliario Don Esteban Belmonte, Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de los Dolores, dignas autoridades, Señor Presidente y Representantes de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Hermanos Mayores, Cofrades, Señoras y Señores.

Sean mis primeras palabras de agradecimiento al Hermano Mayor, por ofrecerme pregonar la Semana Santa en vuestra Hermandad.

Ante tan digno ofrecimiento, mi primer sentimiento fue de sorpresa y desconcierto, seguido de relativa inquietud ante la responsabilidad personal que sentía.
De una parte, por mi escasa experiencia en el muy difícil arte del pregón, y por otra, en mi deseo de estar a la altura de la confianza depositada en mi persona. Lo dudé, porque lo cómodo hubiera sido decir no. Reflexioné, pues soy hombre que he tratado de cumplir con mi deber en el mundo familiar, profesional, social… y acepté. Acepté con entusiasmo, conocedor del esfuerzo, sacrificio pero también satisfacción que para mí suponía tal decisión.

Tuve presente a mis padres, que junto a mi abuelo Antonio, fueron mis primeros catequistas; a la par de los sacerdotes de Pechina D. Manuel Rodríguez y D. José Guerrero en mis primeros años, y especialmente D. Fernando Berruezo, que a pesar de mi minoría de edad civil, empezó a tratarme como a un adulto en la fe y me ayudó a descubrir en mí, valores que han ido formando mi personalidad, durante toda su vida sacerdotal. Y en sus últimos años de vida, ya como ecónomo de la Diócesis de Almería, párroco de Santa Teresa y Consiliario de los Amigos de Tierra Santa, viviendo con él, y con D. Manuel Cuadrado, párroco de San Sebastián y D. Ginés García Beltrán, hoy Obispo de Guadix, mi primer e inolvidable viaje a Tierra Santa. Y cómo no, me encomendé a nuestra madre y Patrona, la Virgen del Mar, que me animó a decir sí y aquí estoy.

Soy nacido en Pechina, en el seno de una familia cristiana, donde me crié bajo el patronazgo y la devoción, inculcada por mis padres, a San Indalecio, uno de los siete Varones Apostólicos, mártir, primer Obispo y Patrón de esta Diócesis “URCITANA”.

Por ello, permitidme que comience leyendo el Himno a San Indalecio:

Gloria, Gloria al insigne patrono,
De este pueblo cristiano y sin par,
Mientras haya en Pechina un creyente
Tú tendrás en su pecho un altar.

Tú llegaste a esta tierra Urcitana
Con intrépido y arrojo valor
Y sembraste en la Urci pagana la
Semilla de Cristo y su amor.

Desde entonces aquí reina Cristo
Y su reino jamás tendrá fin
Lo sostiene la sangre de un mártir
Que aquí quiso por Cristo morir,

Es vano que silben los vientos
Es inútil que brame la mar
Mientras viva el amor a Indalecio
Nunca, nunca la fe acabará.

Amigos todos en el Señor, estos días de Cuaresma en la que nos encontramos, nos animan a preparar y meditar los últimos días de la vida de Jesús, los grandes misterios de nuestra redención: la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, los cuales conmemoramos cada año en la Semana Santa.

Para que estos Misterios de Fe calen hondo en nuestros corazones, es preciso que descubramos en la muerte redentora de Cristo el gran Amor que Dios nos tiene. Contemplar todo en su orden, sin saltarnos nada, pues el Verbo de Dios se encarnó para mostrarnos el camino del Cielo, y su vida terrenal es una lección divina que los cristianos debemos tener grabada en nuestra mente y en nuestro corazón, para que inspire todo nuestro caminar terreno. Ya dijo Santo Tomás de Aquino que "la Pasión de Cristo basta para servir de guía y modelo a toda nuestra vida".

Ahora bien, no pretendamos alcanzar la meta de la Resurrección, sin haber recorrido antes el camino que conduce a ella. No podremos participar de la Resurrección de Jesucristo, si no nos unimos a su Pasión y Muerte. Así, Jesús nos enseñó que "si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto".
La mejor vía para que la Semana Santa no pase de largo por nuestra vida sin dejar fruto, es imaginarnos a nosotros mismos presentes entre los espectadores que fueron testigos de esos momentos: Así:
- Ocupando un lugar entre los Apóstoles durante la Última Cena, cuando lava sus pies, nos da el mandamiento nuevo del amor, e instituye la Eucaristía.
- Acompañando al Señor en Getsemaní.
- En el Prendimiento.
- En la traición de Judas.
- Junto a Pedro, cuando niega al Señor.
Y nosotros mismos somos testigos
- Siguiendo el simulacro de proceso a Jesús.
- Entre la masa que exige la muerte del Hijo de Dios.
- En el Calvario, contemplándolo clavado en la Cruz.

- Viendo de cerca su agonía.
- Al pie de la Cruz, junto a la Virgen Dolorosa, contemplando el momento de su muerte.
Y nosotros mismos somos testigos
- Junto al soldado que le abre el costado con la lanza, brotando sangre y agua.
- Al lado de María, cuando bajan a Jesús de la Cruz y depositan su cuerpo llagado en brazos de su Madre.
- Próximo a José de Arimatea, cuando pide a Pilato el Cuerpo del Señor.
- Viendo a Nicodemo traer la mezcla de mirra y áloe.
- Dentro del pequeño grupo que lava el Cuerpo de Jesús.
Y nosotros mismos somos testigos
- Cuando lo perfuman.
- Cuando lo envuelven en un lienzo nuevo.
- Al depositarlo en el Sepulcro excavado en la roca, que no había sido utilizado para ningún otro cuerpo.
- Cuando cubren su cabeza con un sudario.
- Y el primer día de la semana, junto a María Magdalena, María la de Santiago y Salomé, cuando encuentran el sepulcro vacío y se les anuncia que Jesús no está ahí, que vive, que ha resucitado.

De una manera especial, seremos testigos y acompañaremos a nuestra Señora de los Dolores en su caminar sobre vuestras espaldas, procesionando por las calles de nuestra ciudad. Veremos en su rostro la expresión de dolor y angustia de la madre que va con su hijo en el sepulcro. Dolor que le acompañó desde que en Nazaret dijo Sí al proyecto que Dios le proponía. “Hágase en mí según tu Palabra”.
Dolor cuando con San José presentan a Jesús en el templo y el anciano Simeón profetiza: “He aquí este niño que está destinado para ser caída y resurgimiento de muchos en Israel; será signo de contradicción y una espada atravesará tu alma”. Al gozo por la gloria del niño que ha traído al mundo se sobrepone entonces en la madre la pena por el trágico fin profetizado, por esa muerte anunciada.

Dolor cuando un ángel se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y estate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. Podemos imaginar la angustia y presura en la huída, tratando de que no se cumpliera la profecía de Simeón, al menos tan pronto, sin saber que el tiempo aún no había llegado.
Dolor cuando pierde a su hijo de 12 años en el viaje que anualmente hacían a Jerusalén por la fiesta de Pascua. Pasados los días al regresar ellos, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres se dieran cuenta. Tres días trascurrieron hasta que lo encontraron en el templo en medio de los doctores. Su madre le dijo: “Hijo ¿Por qué has hecho esto? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados”. Él les contestó: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en los asuntos de mi Padre?”. Ellos no lo comprendieron y mientras se dirigían a Nazaret todos juntos, dice San Lucas que “su madre guardaba todas estas cosas en su corazón”. Tercera angustia de la madre por la pérdida del hijo, incrementada por la firmeza con la que este anuncia su voluntad de caminar hacia su destino.
Dolor por el juicio perverso del sanedrín que declara blasfemo a Jesús. Dolor de madre ante la injusticia y ante el sufrimiento de su hijo camino del sacrificio tras ser delatado, apresado, juzgado, condenado y escarnecido.
Dolor en la crucifixión y muerte. La Virgen estaba en pie junto a la cruz de Jesús, sola con Juan, María de Cleofás y María Magdalena; los demás discípulos, los seguidores y el pueblo que lo había clamado, habían desaparecido todos.
Dolor cuando Jesús es descendido de la cruz y colocado en brazos de su madre, ¡y una espada más atravesó el corazón de María!
Dice Juan de Cartagena, inspirado en Santa Brígida, que fue Ella, su Madre, María, quien le cerró los ojos, que fue Ella la que le quitó la corona de espinas y que tuvo tanto miedo de aumentarle las heridas al apartarla de su frente, que se hirió los dedos para que su sangre se mezclase con la de su hijo.
Luego lo recibió en su seno.
La fruta de nuestro Bien
Fue de tu llanto regada;
Refugio fueron y almohada
Tus rodillas de su sien.
Otra vez como en Belén
Tu falda cuna le hacía
Y sobre Él tu amor volvía
A las angustias primeras…
Señora: si tú quisieras
Contigo le lloraría.

María en silencio nos dará ejemplo de discípula fiel, atenta y disponible a la voluntad de Dios, que creyó, se fió y se dejó llevar sin comprender hasta el final, asumiendo el sufrimiento de tantas madres que sufren por sus hijos.
Hoy en día, como ayer y como será mañana, las madres siguen sufriendo por sus hijos y por ello debemos luchar más que nunca por realzar la importancia de la familia, célula viva de la sociedad, imprescindible Iglesia Doméstica. Ningún colectivo podrá dejarla sin valor, pues en la familia nace, se desarrolla y madura el amor que da sentido a nuestra vida; en ella recibimos la enseñanza humana y divina, que del mismo modo que la lengua materna, es imposible borrar. No fue, es, ni será tarea fácil esta de ser padres. No hay misión más importante que la de educar, fundamentalmente con el ejemplo sacrificado, desinteresado y constante.
Igualmente acompañaremos a Jesús muerto en el Santo Sepulcro, sellado durante tres días, a la espera de la promesa del Redentor de resucitar para quedarse con nosotros hasta el final de los tiempos. Es precisamente esa figura, el silencio y la oscuridad del sepulcro lo que recoge esta Hermandad la noche del Viernes Santo. Lento caminar por las calles con Jesús traspasado de muerte.

Estamos en la procesión.
Saetas, coplillas convertidas en oración que brotan del corazón compungido del artista, que con su voz potente transmite a todos los creyentes un sentimiento profundo que hace brotar lágrimas.
Flores, contagiadas del dolor de la madre Virgen, que contempla a su hijo yacente, son ofrecidas a las Claras.
Continúa el cortejo. El silencio cada vez se hace más profundo. Vuelve a brotar el sentimiento, nuevas saetas, parada en las Puras, entrega de flores impregnadas del olor de Cristo y del color de su sangre.

La noche va entrando y nos aproximamos a la estación de penitencia en la Catedral:
¡Señor!, que por nuestras culpas te entregaste en manos de tus verdugos para padecer los atroces tormentos de la Cruz, míranos propicio y por tu Santísima Muerte líbranos de caer en el pecado y concédenos la perseverancia final en tu gracia y amor.
Así te lo pedimos ante la imagen bendita de Tú Santísimo Cuerpo Yacente.

Finalmente regresamos a San Pedro, para exponer al Cristo ante el paso de la Soledad.
Ha finalizado el Santo Entierro de Jesús. Marcha fúnebre con el que termina la vida terrena de Dios Hecho Hombre. Broche de oro porque al tercer día se hace Cuerpo Glorioso y abre de par en par las puertas de la eternidad para todos los hombres.
Procesionaremos junto al Hijo de Dios muerto, y es necesario hacerlo desde la pureza de corazón y desde el camino de la resurrección. Consciente de que con ello estamos realizando una de las más maravillosas obras de misericordia: enterrar a los muertos. Obligación suprema que esta Hermandad viene cumpliendo desde hace casi un siglo…
¡Qué camino es el de la Resurrección! Entrega, renuncia, sacrificio, muerte, y finalmente, el triunfo, la resurrección, la vida eterna. “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
Por tanto, con la alegría inmensa de la Resurrección, al lado de la Virgen María, celebremos con fe estos grandiosos acontecimientos del Señor uniéndonos a Él. Padeciendo con Él las contrariedades de nuestra vida. Muriendo con Él al pecado cada día. Y resucitando con alegría a la vida nueva que Jesús nos ofrece.
Es el momento de sacar propósitos bien concretos, que nos mantengan con fe, esperanza y caridad, en el camino de la vida.

Esto es lo que en el recorrido procesional acude a mi mente:
Hemos de buscar los medios que tenemos a nuestro alcance para vivir como Cristo Jesús y para Cristo Jesús.
- La guía clara es cumplir siempre la voluntad de Dios, no la nuestra. "Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya".
Nosotros le diremos al Señor: “Quiero lo que quieres; quiero porque quieres; quiero como lo quieres; quiero hasta que quieras”. Pues él nos dijo primero: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina?

Y abandonarnos, por medio de la oración constante, en las manos de Dios que sabe más: "Tú esto no lo entiendes ahora; lo entenderás después", le dijo Jesús a Pedro.
- Rechazar los egoísmos, las quejas y los temores, desprendernos del barro mundano que impide seguir de cerca al Señor: “Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura”.
Nos propondremos ser humildes en el servicio concreto, fundamentado en el amor, a los demás, como nos enseña Jesús en el lavatorio de pies a sus apóstoles; convivir de modo amable, comprensivo y acogedor; con caridad de pensamiento, de palabra y de obra; con cordialidad, con aprecio, con palabras de aliento, con la sonrisa habitual y con el buen humor; con pequeñas ayudas que pasan inadvertidas a todos, menos al Señor.
Y esta caridad, no sólo en los momentos importantes, sino ante todo en la vida ordinaria, en la vida corriente, en el día a día, pues ahí debemos cumplir el mandamiento nuevo que nos dio el Señor: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros como yo os he amado, que os améis mutuamente. En esto conoce­rán todos que sois mis discípulos, si tenéis caridad unos para con otros".
San Pablo nos concreta este mandamiento principal:
“Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha. La caridad es paciente, es servicial; no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. Cuando vendrá lo perfecto, desaparecerá lo parcial. Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido. Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad.

Por tanto, la caridad se diferencia de la sociabilidad natural, de la fraternidad que surge del vínculo de la sangre, de la compasión de la miseria ajena...
Sin embargo, la virtud teologal de la caridad no excluye estos amores legítimos de la tierra, sino que los asume y sobrenaturaliza, los purifica y los hace más profundos y firmes.
La caridad de los cristianos, de nosotros aquí reunidos, se expresa ordinariamente en las virtudes de la convivencia humana, en las muestras de educación y cortesía, que así quedan elevadas a un orden superior y definitivo.
Únicamente la caridad –amor a Dios, y amor al prójimo por amor a Dios– nos prepara y dispone para entender al Señor y lo que a Él se refiere, en la medida en que una criatura finita puede hacerlo. El que no ama no conoce a Dios -dice San Juan-, porque Dios es amor.
También la virtud de la esperanza queda estéril sin la caridad, «pues es imposible alcanzar aquello que no se ama»; y todas las obras son baldías sin la caridad, aun las más costosas y las que comportan sacrificios.

San Pablo, pues, nos señala las cualidades que adornan la caridad.
Nos dice, en primer lugar, que es paciente con los demás. Para hacer el bien se ha de saber primero soportar el mal, renunciando de antemano al enfado, al malhumor, al espíritu desabrido.
Una gran fortaleza demuestra la virtud de la paciencia. La caridad requiere de ordinario la paciencia necesaria para llevar serenamente los concretos defectos, los errores, las suspicacias, las equivocaciones, el mal genio, el mal carácter, de quienes tratamos. Esta virtud nos ayudará a valorar esos detalles con la trascendencia que en realidad tienen, sin agrandarlos; a esperar el momento oportuno, y siempre de modo constructivo y amable, si es preciso practicar la corrección fraterna; a entregar una buena contestación, que conseguirá en muchas ocasiones que nuestras palabras lleguen con beneficio al corazón de esas personas. La paciencia es una gran virtud para la convivencia. A través de ella tratamos de imitar a nuestro Padre Dios, paciente con tantas equivocaciones nuestras y siempre lento a la ira; procuramos también imitar a nuestro Señor Jesús, que, conociendo bien la malicia de los fariseos, condescendió con ellos para ganarlos, como los buenos médicos, que prodigan mejores remedios a los enfermos más graves.
La caridad está dispuesta a hacer el bien a todos, también a aquéllos que no nos tratan correctamente, también a aquéllos que nos van a criticar. La benignidad solo cabe en un corazón puro, grande y lleno de generosidad; lo mejor de nosotros, sin regateos, debemos ponerlo al servicio de los demás.
El amor no es envidioso, pues mientras la envidia se entristece del éxito, del bien ajeno, la caridad se alegra de ese mismo bien. Por envidia surgen innumerables faltas y pecados contra la caridad: la murmuración, la detracción, el gozo en lo adverso y la aflicción en lo próspero del prójimo. En muchas ocasiones, la envidia es el motivo de que se marchite y muera la amistad entre amigos y la fraternidad entre hermanos; es como un cáncer que acaba con la alegría, la convivencia y la paz. Santo Tomás de Aquino la llama «madre del odio».
La caridad no opera con soberbia, ni es jactanciosa. Muchas de las tentaciones contra ella se fundamentan en actitudes de soberbia hacia los demás, pues únicamente en la medida en que, con renuncia, nos olvidamos de nosotros mismos, nos negamos a nosotros mismos, podemos atender y preocuparnos del prójimo. Si falla la humildad, no brotará ninguna otra virtud, y de modo singular, no podrá nacer el amor. En muchas faltas de caridad han existido previamente otras de vanidad y orgullo, de egoísmo, de deseos de sobresalir. También de otros muchos modos se manifiesta la soberbia, que impide la caridad. El horizonte del orgulloso es terriblemente limitado: se agota en él mismo. El orgulloso no logra mirar más allá de su persona, de sus cualidades, de sus virtudes, de su talento, de su vida. En su horizonte no cabe Dios. Y en este panorama tan mezquino ni siquiera aparecen los demás: no hay sitio para ellos.
Para uno mismo, la caridad no pide nada. No es ambiciosa, no busca lo suyo; da sin calcular retribución alguna. Sabe que ama a Jesús en los demás, y esto le basta. No solo no es ambiciosa, con un deseo desmesurado de ganancia, sino que ni siquiera busca lo suyo: busca a Jesús.
El amor todo lo excusa, no toma en cuenta el mal, no guarda listas de agravios personales. No solo pedimos ayuda al Señor para excusar la posible paja en el ojo ajeno, si se diera, sino que nos debe pesar la viga en el propio, las muchas infidelidades a nuestro Dios.
La caridad todo lo cree, todo lo espera, todo lo sufre. Todo, sin exceptuar nada.
Lo que podemos dar es mucho y valioso: fe, alegría, un pequeño elogio, cariño... Nunca esperemos nada a cambio. No nos molestemos si no somos correspondidos: la caridad no busca lo suyo, lo que humanamente considerado parecería que se nos debe. No busquemos nada y habremos encontrado a Jesús.
El amor lo ponemos a prueba cada día, en todo momento. El amor no puede esperar a mañana. Porque a todas horas podemos socorrer una necesidad, tener una palabra amable, evitar una murmuración, dar una palabra de aliento, ceder el paso, interceder ante el Señor por alguien especialmente necesitado, dar un buen consejo, sonreír, ayudar a crear un clima más amable en nuestra familia o en el lugar de trabajo, disculpar, formular un juicio más benévolo, etc. Podemos hacer el bien u omitirlo; también, hacer positivamente daño a los demás, no solo por omisión. Y la caridad nos urge continuamente a ser activos en el amor con obras de servicio, con oración, y también con la penitencia.
Amor, a todos, sin excepción: “Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.
Y amor, lo primero, sin excusas, sin demoras: “Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego. Si pues al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda”.
Ahora bien, sin humildad, sin la gracia de Dios, sin los sacramentos, sin Jesús, nada podemos hacer: "Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no está unido a la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, da fruto abundante, pero sin mí nada podéis hacer".
Tenemos a Jesús mismo esperándonos en cada Misa: “Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo. En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él”.
En consecuencia, no dejemos que Jesús pase de largo por nuestras vidas esta Semana Santa. Jesucristo vive. Y esto nos colma de alegría el corazón. Esta es la gran verdad que llena de contenido nuestra fe. Jesús, que murió en la Cruz, ha resucitado, ha triunfado de la muerte, del poder de las Tinieblas, del dolor y de la angustia. En Él lo encontramos todo. Fuera de Él, nuestra vida queda vacía. "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por Mí".

Aprovechemos pues, las enseñanzas de la Semana Santa para que a partir del Domingo de Resurrección, y durante las 51 semanas venideras, todos nosotros, desde el Hermano Mayor hasta el hermano más joven, costaleros, y todo el pueblo fiel, tengamos un comportamiento práctico ejemplar haciendo realidad cada día el mensaje que Jesús nos transmitió muriendo y resucitando por nosotros para el perdón de nuestros pecados.
El mismo esfuerzo que nos ha supuesto, y la ilusión que ha brotado de la organización material de nuestra Semana Santa, la proyectemos hacia nuestros hermanos. No es tarea fácil de cumplir, y mucho menos en los tiempos de crisis general que nos está tocando vivir, con situaciones extremas, que en lo posible hemos de corregir con nuestra aportación individual. Pues, como bien sabéis, la fe que no va acompañada de obras es fe muerta.
Qué mejor ejemplo a seguir que el evangelio de San Mateo cuando nos dice:
“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.”
Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?".
Y el Rey les dirá: “En verdad os digo que cuando hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.”

Por tanto, tengamos presente que es obligación de todos los creyentes como mandato divino, AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A NOSOTROS MISMOS.
Impartamos pues esta enseñanza entre todos y especialmente a vosotros jóvenes comprometidos con Cristo, que os valga de guía en vuestras vidas y os sintáis en la obligación apostólica de ir transmitiéndolo a las generaciones venideras, hasta el fin de los siglos.
Pidamos a Dios, por la intercesión de la Santísima Virgen, que nos lleve a cada uno de la mano por el camino verdadero que conduce a la Vida.
HE DICHO.

D. Antonio Salinas.
Hno. Mayor de la Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Hermandad de la Santísima Virgen del Mar, Patrona de Almería.