LUZ DEL MUNDO


“LUZ DEL MUNDO”: BENEDICTO XVI RESPONDE AL HOMBRE DE HOY
Publicado un libro-entrevista sobre el Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos
CIUDAD DEL VATICANO, martes 23 de noviembre de 2010.- “¿Qué estás haciendo conmigo? Ahora, la responsabilidad la tienes Tú. ¡Tú tienes que conducirme! Yo no puedo. Si Tú me has querido a mí, entonces también tienes que ayudarme”.
Eso es lo que Benedicto XVI pudo decirle al Señor con sencillez en el momento en que fue elegido papa, según explica él mismo en el libro-entrevista Luz del mundo. El Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos, presentado este martes en el Vaticano.
Al responder a unas 220 preguntas del periodista alemán a lo largo de 176 páginas, Benedicto XVI aclara numerosas cuestiones en torno a los retos de la sociedad actual, la fe y la crisis de la Iglesia.
No faltan sus explicaciones sencillas y pedagógicas sobre cuestiones controvertidas como el caso Williamson, su discurso en Ratisbona, los Legionarios de Cristo y su fundador, el uso del preservativo, la indisolubilidad del matrimonio, los homosexuales, sus modificaciones en la liturgia, su opinión sobre Pío XII, el celibato, el sacerdocio femenino, los nacionalismos,...
España y América Latina
El Papa ofrece numerosas referencias concretas de varios países. Respecto a España, por ejemplo, destaca en la página 127 que “es uno de los grandes países católicos que ha regalado a la Iglesia grandes santos y grandes impulsos y que, además, ha marcado a América Central y del Sur”.
“Es un país de contrastes dramáticos -opina-. Pensemos en el contraste entre la República de la década de 1930 y Franco, o en la dramática lucha actual entre la secularidad radical y la fe decidida. Es un país que, hoy como ayer, se encuentra en un gran movimiento histórico, que cuenta además con una pluralidad de culturas, que se encuentran, por ejemplo, los vascos y los catalanes”.
Por otra parte, indica que “en definitiva, dos son las figuras que han hecho creer a los hombres en América Latina: por un lado, la Madre, y , por el otro, el Dios que sufre”.
Finalmente, remite a la sencillez del cristianismo y señala que “en nuestro racionalismo y frente al poder de las dictaduras emergentes, Él nos muestra la humildad de la Madre, que se aparece a niños pequeños y les dice lo esencial: fe, esperanza, amor, penitencia”.
Patricia Navas

No hay comentarios: